Una etiqueta permite caracterizar una tarea gracias a una información específica definida por el administrador del sistema. Puede ser una clase de intervención de mantenimiento (eléctrico, calderería, mecánico, etc.), un tipo de intervención (preventiva, curativa, mejorativa, etc.), un grado de urgencia, una parada de producción, una etiqueta de seguridad, etc. Las etiquetas son importantes porque le permiten obtener estadísticas sobre sus intervenciones de mantenimiento o filtrar un conjunto de datos.
No hay límite en el número de etiquetas que se puede integrar en una tarea.